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Si hace un par de semanas nos hacíamos eco de que los inmigrantes latinoamericanos acaparan el 20% del mercado de la vivienda usada, hoy hablamos de la vivienda nueva.
Según el Ministerio de la Vivienda, los inmigrantes compran el 7% de la vivienda nueva, porcentaje que se eleva cuando hablamos del extrarradio de las ciudades y en determinadas regiones, algo lógico si tenemos en cuenta que son más de 4 millones de inmigrantes en España.
Sin embargo, frente a esta realidad, lo cierto es que los promotores no lo han tenido en cuenta hasta ahora a estos nuevos ciudadanos, algo que tendrá que cambiar si hacemos caso a estudios como el de Planner-Asprima, “Nuevos paradigmas para el sector inmobiliario español”, que señala que en el mercado inmobiliario español “se puede detectar una inmensa bolsa potencial de nuevos hogares ligada a la cuantiosa población extranjera”, y como “el proceso de nacionalización implica fortalecer la adscripción territorial, lo que unido a los vínculos socioeconómicos, a la reagrupación familiar y a la segunda generación, se traduce en inmigración definitiva y la culminación del proyecto de vida en España. Se consolidan hogares con los mismos estándares que los nativos”, calculando que este nuevo nicho de mercado adquirirá hasta el 2012 unas 100.000 viviendas al año.
Sin faltar las posiciones cautelosas, que señalan como en caso de una crisis económica serían muchos los inmigrantes que volverían a sus países, parece evidente que este sector tendrá que empezar a tener en cuenta estos nuevo clientes.
Fuente: El Punto |
