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Según el estudio “Remesas de España a Latinoamérica” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el inmigrante latinoamericano en España envía a su país de origen el 15% de sus ingresos anuales, es decir, una media de unos 3.000 €. Con este dinero -que el año pasado superó los 3.730 millones de euros- viven aproximadamente 8 millones de personas en Latinoamérica.
Los inmigrantes latinos siguen prefiriendo las compañías de remesas (61%) para hacer sus envíos, aunque los bancos y cajas de ahorros van reforzando su presencia en este mercado (26%). Con una media de 10 envíos de 270 € al año, las previsiones son que estas remesas alcancen los 5.000 millones de euros en el año 2010.
El coste medio de cada operación es de 4€, es decir, menos del 2% frente al 5-7% que cuesta enviar el dinero desde EEUU. El estudio concluye que, el sistema bancario español facilita el envío de remesas al cobrar menos comisiones, de manera que también alienta a los receptores de este dinero en los países de origen, a abrir cuentas bancarias. Esto permite a muchas familias de escasos recursos el acceso por primera vez a servicios financieros (como hipotecas).
La remesas constituyen el principal motor de crecimiento económico latinoamericano, y gran parte de ellas se utilizan no sólo para el mero sustento, como ocurría hace años, sino para pagar prestamos hipotecarios, obtener microfinanciación y abrir cuentas de ahorro que permiten acceder al crédito.
Pero los inmigrantes no sólo contribuyen al desarrollo económico de sus respectivos países, sino también al de España, ya que el 90% de sus ingresos se queda en las ciudades donde residen. Además el 70% de estas personas contribuyen a la Seguridad Social, porcentaje que crece hasta el 80-90% cuando llevan trabajando más de 3 años en nuestro país. |
