Cuando la oferta supera la demanda, el cliente cobra aún más relevancia, así como la necesidad de estudiar sus necesidades para satisfacerlas adecuadamente.
Con la llegada masiva de inmigrantes –según los últimos datos, sólo EEUU gana en flujo de inmigración a España- nos encontramos con un nuevo colectivo que crece cada día. Tratar de atender las necesidades de estos nuevos clientes no constituye ninguna novedad, la peculiaridad y el problema radica en la velocidad abrumadora de su llegada a nuestro país, donde la inmigración a crecido exponencialmente en los últimos seis años y con previsiones de seguir creciendo en unas 400.000 personas al año.
Que el colectivo inmigrante es una oportunidad de negocio para todos los sectores no lo discute nadie, el error sería dar una solución simplista y tratarlos como un todo homogéneo. Quien quiera llegar a este público deberá conocer y segmentar este colectivo, teniendo en cuenta circunstancias como su ciclo de estancia, el núcleo familiar, su cultura, sus creencias... Cubrir simplemente sus necesidades, es según los expertos una solución simplista, ya que en un mercado tan competitivo la clave está en detectar los grupos de interés, y descifrar el motivo de compra, sin perder de vista los frenos y motivaciones que tiene cada uno de estos grupos, anticiparse al colectivo y no simplemente detectar una necesidad para intentar satisfacerla. |