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Los inmigrantes representan ya el 9% de la población en España, cifra que según todos los indicios seguirá creciendo los próximos años. Se calcula que el año pasado enviaron a sus países de origen en torno a los 6.000 millones de euros, de los que el 55% se envío a Latinoamérica. España, según datos del Banco de España, es el país que más remesas envía en relación a su producto interior bruto.
No es de extrañar, ante estas cifras, que las divisas que envían los Ecuatorianos supongan las segunda fuente de ingresos de Ecuador, sólo por detrás del petróleo y supongan el 40% de su economía, según el Banco Mundial.
A día de hoy, las agencias de envíos de dinero controlan el 70% del total de remesas enviadas desde nuestro país, y no es de extrañar que las entidades financieras quieran captar parte de este negocio. El pasado enero la Asociación Española de Banca Privada (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) firmaron un acuerdo con la Administración para reducir las comisiones.
Supuestamente, el objetivo es que estas entidades asuman la mayor parte de estas divisas, para que de este modo, el sistema bancario de los países receptores puedan disponer de mayores medios para financiar el desarrollo con un dinero que actualmente apenas pasan por sus manos
Sin embargo, no todos ven claro tan buenas intenciones. En la Asociación Nacional de Agencias de Envío de Dinero entienden que lo que se pretende es acaparar el 100% de las remesas, y ven sólo una excusa en el fomento de la inversión, ya que el dinero que se envía, en realidad se emplea en una economía de subsistencia, puesto que va dirigido a alimentar a las familias de estos inmigrantes y no a invertir.
En cualquier caso todo ésto puede tener un efecto positivo, que es la reducción en las comisiones y más dinero efectivo para las familias de estos inmigrantes. |
